Hijos
- iglesiabarriobelgr
- 22 jul 2021
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 30 jul 2021
En el Salmo 127:3 la palabra de Dios nos dice: “Herencia de Dios son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre”.

Los hijos forman parte de la prosperidad que viene de Dios.
Me encanta ver en el Salmo 127 que Dios no construirá la casa sin que nosotros trabajemos, que no protegerá la ciudad sin que la guardia permanezca despierta, y que no nos dará pan sin que nos esforcemos por conseguirlo. En todo lo que nos venga a la mano, se espera que usemos los medios que tenemos a nuestra disposición. No tenemos que perder el tiempo diciendo que confiamos en la providencia de Dios.
Asi mismo pasa con los hijos, que en el mismo Salmo dice que son “herencia de Dios”.
Es nuestro deber amarlos, atender sus necesidades físicas, emocionales dándoles la debida atención, conducirlos a Cristo, instruirlos en las cosas de Dios, corregirlos juiciosamente y pedir a Dios por ellos.
Por supuesto que esto acarrea una gran responsabilidad pero es también un gran privilegio y un nuevo desafío.
Dice Dios en su palabra que fuimos creados a su imagen y semejanza y a su vez cada uno únicos e irrepetibles.
¿Consideramos a nuestros hijos algo valioso que Dios nos ha dado?
¿Amamos verdaderamente a nuestros hijos y satisfacemos sus necesidades físicas, emocionales, les brindamos atención, le hablamos de Cristo, los corregimos con amor?
Busquemos la sabiduría de Dios para esta difícil pero desafiantemente hermosa tarea.
Comments